Enfrentarnos a los días de trabajo, no siempre resulta ser una tarea fácil. Se presentan toda clase de incentivos así como de obstáculos.
El cliente intenso, el jefe estresado, los compañeros, son factores que afectan de manera positiva o negativa, tus ganas de trabajar y el ánimo para arrancar la jornada.
Se suman el ambiente laboral y el lugar de trabajo, que terminan influyendo en cumplir la meta o el objetivo de la semana, o hasta nos pueden llevar directo a la procrastinación.
Por esta razón, resulta tan necesario que establezcas un método y definas objetivos para mantener alta tu motivación a lo largo de todo el día. No hay una receta mágica, pero en BuenTrabajo te damos algunas pistas:
1- Consigue (y persigue) una meta
El primer e ineludible paso para sentirnos motivados es tener una meta que podamos perseguir. Debe ser una meta grande y a largo plazo. Deja soñar a tu mente, y no te cierres a la idea que en el proyecto en el que te encuentras o incluso el empleo actual, no son más que medios y trampolines, para alcanzar aquel fin.
2- Establece una rutina para iniciar tu día
La fuerza de voluntad es más fuerte por la mañana, por lo que empezar el día con buen pie puede tener un efecto de arrastre sobre el resto de la jornada. Como bien dicen las mamás, lo que empieza bien…
3- Empieza el día a tu hora
La mayoría de nosotros para despertar, usamos la alarma de nuestros celulares. Casi todos, tenemos entre 3 y 4 alarmas separadas por breves intervalos de tiempo… con el fin de levantarnos únicamente tras el último pitido.
Los más valientes se conforman con una única alarma, pero se arriesgan a volver a dormirse tras alargar el brazo y desactivarla aún estando en la cama. La solución es poner el celular bien lejos de la cama, obligándote a levantar.
4- Mejora tu atención y tu estado de ánimo con música
Aunque no nos demos cuenta, nuestro entorno repercute de manera clarísima sobre el estado de ánimo que nos embarga en cada momento. Y, dado que no podemos hacer nada para alterar el tráfico o el clima que nos ha tocado vivir, tenemos que intentar influir sobre otros elementos: como la música. Elige el género que más te guste, desde música clásica hasta reggetón. En cualquier caso, nadie conoce cómo te afecta la música mejor que tú mismo.
5- La gente que te rodea importa
Si es posible, rodéate de la gente cuya actitud facilite llevar a cabo las tareas que quieres realizar: los grupos a los que perteneces influyen de forma decisiva sobre cómo nos comportamos. Charles Duhigg afirmaba que “cuando las personas se suman a grupos en los que el cambio parece factible, la posibilidad de que dicho cambio se produzca se hace más real”. En resumen, la motivación “se pega”.
6- Aplaude tus progresos
Teresa Amabile y Steven Kramer escribieron ‘The Progress Principle‘ con el fin de “usar los pequeños triunfos para prender la alegría, el compromiso y la creatividad en el trabajo”. La idea que defienden es que nada te va a motivar más en tu trabajo que ser conscientes de los progresos que has tenido.
Fuente: TicBeat