Aprovecha cada minuto de tu jornada laboral, si organizas el tiempo no habrá razón para quedarte de más.
1- Un lugar organizado es fundamental
Antes de iniciar con tus tareas diarias, lo primero que debes hacer es organizar tu zona de trabajo, así todo será más cómodo para ti.
2- Planear es vital
Haz una lista de las tareas que tienes pendientes, organízalas en orden de importancia y asígnales un tiempo máximo de duración, así como el momento de la jornada en que las realizarás. Registra tu hoja de vida aquí.
3- Motívate y serás el mejor
Tú mismo debes animarte a lograr todo lo que te propongas en un día de trabajo. Una buena idea es chulear de la lista las actividades que vayas terminando, así sentirás que estás avanzando y que podrás con todo.
4- Sé realista
No agendes más actividades de las que puedes hacer durante tu jornada. Sabemos que quieres salir de pendientes lo más rápido posible, pero comprometerte con tantas cosas solo servirá para que tus niveles de estrés se eleven y tal vez no puedas cumplir. ¡Haz una lista de tareas que puedas terminar al final del día!
5- El descanso es muy necesario
Dentro de la planeación de tu día, debes tener en cuenta las pausas activas y los momentos de descanso que es necesario tener. Cuando estás cansado bajas tu productividad, así que si deseas cumplir con todas tus actividades diarias debes sentirte con suficiente energía.
6- ¡No olvides la buena alimentación!
Así como los tiempos de descanso son muy importantes, también lo son aquellos dedicados a alimentarte correctamente. Dentro de tu agenda de cada día debes dejar tiempo suficiente para desayunar, almorzar y tomar refrigerios.
7- Delega, no todo puedes hacerlo tú
Si cuentas con un equipo de trabajo es importante que no todas las funciones recaigan en ti. Así lo desees, no puedes hacerlo todo; por eso es necesario que delegues ciertas funciones y tú solo supervises que se realicen de la forma correcta.