Las buenas o malas experiencias en el trabajo, se determinan mayormente por los compañeros de labor o el superior de un empleado. Algunos jefes pueden tener tantas características negativas que se convierten en un dolor de cabeza para los empleados. Si sientes que tu jefe puede entrar en esta lista, ve dando un check a cada una de las siguientes características que consideres que tu jefe (lastimosamente) posee.
Controlador
Un jefe controlador es aquel que da ordenes sin razón e impone en lugar de guiar y explicar a sus subalternos el por qué de las cosas. Recordemos la diferencia entre un jefe y un líder.
Indeciso
Nadie soporta un jefe que no tiene un plan. Es el típico líder que cambia de opinión y hace que sus empleados pierdan el tiempo en trabajos que luego desechará, todo para dar una nueva orden.
Soberbio
Si tu jefe es de esos que no escucha opiniones además de la suya propia y considera que todas sus ideas son efectivas y deben ejecutarse, ¡marca esta casilla!.
Renuente al cambio
Hay personas que están a cargo del personal y piensan que la mejor manera de rendir, es dejar todo como está, sin miras al avance y mejora. «¿Si funciona para que modificarlo?» un modo de ver las cosas que puede ser desmotivante y molesto para los empleados.
Obsesivo
Es el típico jefe que no sabe delegar el poder y quiere estar todo el tiempo sobre sus empleados, verificando que si estén haciendo lo que deben y que todo fluya tal y como él lo desea.
Dictador
Siente que está por encima de todos sus empleados y disfruta el dejarles claro que tiene más poder que ellos y ante la más mínima falla o desobediencia puede despedirlos sin reparo.
Sin visión al futuro
Esto afecta a los empleados pues, la empresa en la que trabajan está destinada al estancamiento, por ende, sus carreras también lo están, y nadie quiere eso.
Favoritista
Aquí encaja todo jefe que brinda beneficios a algunos de sus empleados sobre otros, que se dirije a algunos trabajadores de forma más asertiva que a otros o, incluso: que escoge personal nuevo debido a sus lazos afectivos o intereses personales, incluso cuando estas personas no son aptas para el trabajo y aumentarán la carga laboral de antiguos empleados.
Arrogante
Nuevamente, puede afectar el ambiente laboral por el simple hecho de tener una actitud de superioridad en las cosas más simples. Su ego jamás le permitirá aceptar un error o ponerse al nivel de sus empleados.
Temperamental
Ciertamente, un líder debe pensar siempre con cabeza fría. Un mal jefe se deja afectar por las situaciones de estrés como: plazos vencidos, clientes poco satisfechos, planes que no salen bien, etc., y comienza a afectar a sus empleados: a veces con malos tratos y otras, robando su calma a la hora de trabajar.
Irresponsable
Cuando se es líder, es importante asumir la responsabilidad de su trabajo y el de las personas a cargo. Sin embargo, este tipo de jefe toma crédito cuando las cosas salen bien y culpa a otros cuando salen mal.
No trabaja en equipo
Él se considera una pieza externa al equipo, en lugar de involucrarse en el mismo para lograr mejores resultados.
Qué hacer cuando las experiencias en el trabajo son negativas a causa de un mal jefe
Te recomendamos desempeñar tu labor lo mejor posible, y comenzar a buscar otras opciones laborales. Recuerda que ningún trabajo es permanente y, aunque sientas gratitud o necesidad del trabajo, primero está tu bienestar. Un empleo que te hace feliz, mejora tu calidad de vida. Si quieres explorar nuevas opciones, registra tu hoja de vida en nuestro portal, haciendo clic en el siguiente botón: