Una entrevista de trabajo puede ser una situación de tensión, pues nos encontramos ante la prueba reina sobre la cual pesa la decisión de si seremos contratados o continuaremos nuestra búsqueda de empleo.
Tal razón nos motiva a intentar caerle bien o generar una buena impresión al menos, pues facilita la recordación por parte del entrevistador y hace que tengamos mayores oportunidades. Pero siendo un tiempo tan corto el que compartimos ¿Cómo logramos caerle bien?
Imagina que todos son buenos
A pesar de que estén de mal humor, que nos hagan preguntas incordiantes, que manejen un lenguaje que no nos agrade o que estemos nerviosos debemos imaginar que todas las personas con las que hablamos son buenas y si están así es porque han tenido de un mal día y necesitan nuestra comprensión.
De esta manera actuaremos de forma diferente, más amable y llegarán a tener un mejor recuerdo
No existen los desconocidos
Intenta hablarle como si fuera un amigo de vieja data al que acabas de ver, interésate por todo lo que dice y tratalo como alguien cercano, esto no solo puede hacer que le caigas bien sino que clasifiques como alguien sociable que puede trabajar en equipo.
Usa el contexto a tu favor
Las cosas en la oficina o lugar donde se lleva a cabo la entrevista para armar conversación, pues un título universitario, una foto de la playa o un libro pueden ser temas interesantes en común para que puedan tener una charla
Déjalos hablar
No te enfoques solamente en hablar, deja que ellos también participen e invítalos a ello, esto hace más memorable el momento.
No toques temas polémicos
Sexo, religión, política y fútbol son temas poco recomendables para que fluya la conversación, pues hay gente que se puede mostrar incómoda ante ello.
Disfruta de la situación
Puede que te recuerden o puede que no pues tan solo tras 10 minutos de interacción es difícil lograr una conexión a un nivel profundo, así que no te desgastes y disfruta de tu tiempo con el entrevistador, intenta hacerlo ameno y has que sea una conversación agradable.