La hoja de vida ha pasado por tantas transformaciones, desde el formato minerva con sus lineas azules y borde rojizo, asemejando mas una prueba Icfes que la suma de lo que somos como trabajadores, hasta las estilizadas hojas de vida de aquellos relacionados con publicidad o artes creativas que van desde lo simple pero armonioso hasta lo caótico conceptual.

No existe una receta perfecta para la hoja de vida. En algunos campos laborales el simple arial 12 con un esquema de nombre, estudios, experiencia y referencias funciona al punto que se vuelve un estándar del cual no hay que desviarse.

Pero en otros casos la hoja de vida es la carta de entrada que nos da una oportunidad de encontrarnos cara a cara con el empleador, un diseño vistoso y agradable puede hacernos sobresalir entre la marea de candidatos que se presentan a cada posición.

Uno de los más habituales anexos a las hojas de vida  para empleos relacionadas con el diseño es un portafolio, allí nuestro posible empleador se encontrará con trabajos previos que demuestran la experiencia y la calidad de la labor que realizamos.

Normalmente en las selecciones para cargos de diseño o creativos el proceso de selección inicia con el portafolio y si este es de agrado de quien ofrece el cargo se tomará la molestia de mirar la hoja de vida. Así que es esencial dar lo mejor de sí al montar nuestro portafolio, puesto que es el reflejo de nuestras capacidades y es la forma rápida y visual que tiene la persona a cargo de la selección de personal de compararnos con los demás.

Al realizar nuestro portafolio es importante tener una retroalimentación de terceros para conocer diferentes puntos de vista y  de esta manera hacerlo entendible y llamativo a la mayoría.

Por otra parte, podemos enriquecer nuestra hoja de vida con un video en el cual ahondemos más en nuestra experiencia y perfil. Es una forma sencilla de darnos a conocer a un nivel personal y profesional a nuestros empleadores.

Usualmente en los procesos de selección los empleadores muchas veces no se toman el tiempo de leer por completo una hoja de vida por lo cual pierden vital información que hemos puesto, si realizamos una pieza audiovisual a la que puedan acceder con algún enlace  desde cualquier dispositivo con acceso a internet podemos llegar a un mayor porcentaje de información recibida.

Pero un video curriculum también tiene sus parámetros: su longitud no puede exceder los 2 minutos, no debe ser muy recargado en información y debe ser un complemento a la hoja de vida, sin intentar reemplazarla o transcribirla a una narración.

Por último la hoja de vida debe mostrar una faceta unificada de nosotros como trabajador, por lo cual no sobra mencionar que nuestras redes sociales también deben reflejar nuestro profesionalismo y no contradecir la imagen que intentamos venderle a los empleadores.