Las grandes fábricas productoras contratan probadores especializados para poder tener un referente cuando crean nuevos sabores o líneas de productos.

Armados con productos químicos y dispuestos a exterminar las manchas mas terribles, los aseadores de escena del crimen se dedican en borrar de la faz de la tierra los recuerdos más horribles.

Unas papilas gustativas entrenadas, una cuchara propia y una resistencia al frío son los ingredientes necesarios para laborar en los nuevos proyectos de las grandes fábricas de alimentos.

Cada muestra de Lego no sería nada sin una escultura gigante construida con estos bloques. La paga es buena y la diversión no tiene límites.

Muchos necesitan saber que siente su mascota, así que para trabajar en ello debes realmente entenderlas o ser muy bueno mintiendo.

Empleados en estudios de sueño en las universidad o como probadores de camas en los hoteles, quienes tienen el don de dormir fácilmente tienen una interesante opción de carrera.

Quienes crían serpientes las ordeñan sacándoles veneno para producir antídotos. No es un trabajo lindo o fácil pero alguien debe hacerlo.

Solo unos pocos tienen la visión como para diferenciar el sexo de los pollitos cuando están muy jóvenes. Estos dotados de visión pollística son bastante apreciados en las granjas de aves de corral.

Alguien debe probarse todos esos aromas para que sepamos huelen bien (y no tengan efectos secundarios)

La excusa perfecta para empujar gente dentro del transporte masivo y además viene con un cheque a fin de mes.