A quienes trabajan en ventas, sea en un supermercado o en una gran cadena de tiendas hay algo que los agrupa y es tener que lidiar con clientes difíciles.
Así que agrupamos algunos de los peores clientes con los que se ha tenido que lidiar en el mundo de las ventas para que vean si les ha tocado uno de ellos.
El que pregunta el porque de todo
Aquel cliente que quiere cuestionar hasta el porque ponemos los precios, porque manejamos nuestro inventario de cierta manera o incluso el hecho que la compañía nos haya contratado.
El que no sabe hacer matemáticas básicas
Los descuentos sean por porcentaje o dinero en efectivo le son difíciles de realizar, ante lo cual se enoja al ver que sus cuentas dan un precio menor que el marcado por la tienda hecho con calculadora en mano.
El desordenado con los pagos
Un cliente terrible es aquel que no paga o que sus pagos son tan esporádicos que no puedes tener una base financiera firme.
El tacaño
Cuando tu no eres el dueño de la tienda y los precios son fijos llega el cliente tacaño a pedir rebaja en todo, probarse cualquier artículo y al final después de una atención de primera ir a un lugar más económico y de menor calidad.
Los acosadores constante
Muchas veces el cliente quiere sentarse a ver como hacemos nuestro trabajo lo que pone más presión y molesta sobretodo en labores de desarrollo, pues no solo hay que hacer nuestro trabajo, sino que también hay que explicarle paso a paso al cliente lo que estamos haciendo.
El que no sabe lo que quiere
Un cliente indeciso es una cosa, pero uno que no sabe lo que quiere puede llevarnos toda la tarde por caminos sin salida. Terminamos dando un repaso por todos nuestros productos pero nada le gusta y al final decide ir a una tienda que nada tiene que ver con la nuestra.
El de última hora
Nunca han tenido ese cliente que llega faltando solo unos segundos para cerrar la tienda y que quiere que todo le sea entregado inmediatamente, así sean pedidos muy grandes, que no tenemos en inventario o para los cuales las personas que los realizan ya acabaron su turno.
El misterioso
Hay algunos clientes que quieren mantener el misterio sobre sus órdenes, al punto que olvidan información esencial para llevarlas a cabo como colores o tallas, incluso se niegan a darnos una dirección donde entregar un domicilio.
El yo puedo hacerlo
Uno de los peores clientes es aquel que menosprecia nuestro trabajo, pues según su experiencia el podría hacerlo mucho mejor que nosotros solo que “no tiene el tiempo para hacerlas”.