Existen algunos métodos simples que pueden mejorar tu hoja de vida notablemente, y hacer de ti el candidato más opcionado.
No confíes en el autocorrector
Son herramientas muy útiles pero no cien por ciento confiables. Los correctores de estilos pueden confundir palabras si no relaciona muy bien el contexto. Además, si no está configurado adecuadamente para el idioma que estás manejando, lo errores serán mayores. Lo más recomendable es que verifiques tu mismo la redacción y ortografía. Si no eres un experto en este tema, apóyate en alguien que si lo sea, una ayuda de más nunca sobra. Ingresa tu hoja de vida aquí y encuentra el trabajo soñado.
Maneja un mismo estilo durante toda la hoja de vida
Utiliza la misma fuente para el tipo de letras dependiendo si son títulos, subtítulos, párrafos, etc. Además, intenta manejar solo viñetas o números, la mezcla de tantos estilos solo hará que la hoja de vida sea un poco complicada de leer. Aquí está tu próxima oportunidad.
Lee la hoja de vida las veces que sea necesario
No te apresures a terminar la hoja de vida y enviarla. Tómate tu tiempo para descansar y analizar si la información que pusiste es la indicada; pero sobre todo, para volverla a leer con más calma y de esta forma identificarás algunos errores.
Imprime tu hoja de vida
Te preguntarás para qué hacerlo en el caso de que la vayas a enviar por correo, no importa hay que hacerlo para que puedas saber cómo se verá en el momento en que ellos la impriman. Hay detalles que solo se pueden identificar con la impresión, como ver el tamaño real de la foto y de la letra, el espacio entra las márgenes y la calidad de la impresión. Ingresa tus datos aquí y acércate a cumplir tus sueños laborales.