Hay quienes quieren aprovecharse de nuestra necesidad por un empleo para robarnos nuestras cuentas bancarias, según informes de la policía estas son las modalidades de estafa con oferta laboral más comunes.
1. Un email con la oferta de tus sueños
Usualmente paras esta estafa llega un correo con no solo una oferta laboral, sino con casi la contratación inmediata. Los criminales se hacen pasar por un empleador reconocido, diciendo que vieron nuestra hoja de vida (sospechosamente no recordamos haber aplicado a este empleo) y que tenemos el perfil perfecto para una posición en su empresa.
Es el trabajo de los sueños de muchos y pagan bien, ahora para formalizar la contratación te piden varios datos, muchos de ellos simples pero siempre necesitan números de cuenta bancaria, cédulas de ciudadanía.
Para evitar esto recuerda revisar si este correo viene de una fuente confiable, pues las grandes compañías manejan sus correos con cuentas corporativas como @IBM, @Microsoft o @Coca-cola y no usan @yahoo, @gmail o @hotmail.
2. Cazadores de talentos online
Hay muchos que se jactan de ser cazadores de talentos y que publican ofertas laborales en sus perfiles de redes sociales pero estos no llevan a verdaderas páginas donde se puedan revisar ofertas, sino a sitios de scam para robo de información.
Así que si ves a alguien que dice ser cazador de talentos, revisa cuantos seguidores tiene y la reputación que mantiene ante ellos.
3. Robo de identidad para postear
Usan el nombre de verdaderos buscadores de talentos o jefes de recursos humanos para publicar ofertas laborales para empleos que no tienen los mínimos requerimientos de ley y que ni siquera son para la empresa que mencionan sino una tercerizada.
Es de esta manera que fragmentan un verdadero salario mediante maniobras legales, quedándose con gran parte de lo que te debería corresponder.
4. Toda una falsa fachada
Hay incluso gente que lleva la estafa a un nuevo nivel, crean empresas ficticias con sitios web, oficinas y toda la puesta en escena, solo con el fin de poder poner sus manos en nuestras cuentas bancarias, pensiones y cesantías o incluso esperar hasta que consigamos empleo y robarnos nuestro próximo salario.
Si creemos que hemos dado datos de más lo mejor es ir a hablar con nuestro banco y fondo de pensiones para asegurar la seguridad de nuestra cuenta.