Al negociar un puesto laboral o asistir a un proceso de selección para un empleo debemos atenernos a una regla de oro si queremos salir de esa reunión en buenos términos, hablamos de alejar todo tipo de desesperación o necesidad imperante de la mesa de dialogo.
Normalmente muchas personas llegan a un punto de desesperación cuando ya llevan un buen tiempo en su labor de búsqueda de trabajo pero no han conseguido uno que les parezca atractivo ( o uno que los acepte).
La desesperación es la peor enemiga del trabajador actual, pues hace que este desvalorice su labor, lo cual es un claro indicador que no se desea un crecimiento personal y profesional, sobretodo si se está ávido a aceptar una reducción en el salario o en las responsabilidades por la promesa de un rápido contrato.
Es esta misma desesperación la cual les cierra las puertas a los trabajadores, pues los empleadores los perciben como alguien que no esta lo suficientemente calificado para la labor en comparación con otros candidatos.
Cuando un prospecto de empleado se presenta a las entrevistas de trabajo con actitudes como esa los empleadores entienden que esta persona no quiere “este” trabajo, sino “cualquier” empleo. Es por esta razón que se percibe que el trabajador no se desempeñará apasionadamente, ni dará el 100% de su esfuerzo en realizar las tareas asignadas.
Además de las características negativas que deja ver al empleador una persona buscando trabajo desesperadamente, también tiene un efecto negativo en nuestras fortalezas, ya que minimiza la visibilidad de los los beneficios y las habilidades que se pueden aportar.
Aunque no estemos desesperados, los límites borrosos entre lo que esperamos, queremos, buscamos y podríamos aceptar en materia de empleos pueden hacer que así parezca. Es por ello que antes de enviar otra hoja de vida debemos revisar cual sería nuestra posición ideal y cuanto estaríamos dispuestos a aceptar.
La asertividad en este tipo de asuntos nos da una mejor perspectiva sobre que podemos aceptar y hasta donde podemos llegar, cambiando nuestra apariencia desesperada por una de seguridad. Así mismo, mantener nuestra mente ocupada con otras actividades delimitando el tiempo que le dedicamos a la búsqueda de trabajo diaria puede darnos un nuevo aire y mantenernos alejados de la desesperación.
No importa cual técnica uses, siempre que la desesperación se mantenga alejada de nosotros mientras estamos en ese proceso de búsqueda laboral.