Existe una gran dualidad respecto a los contratos en Colombia, pues mientras uno ofrece gran seguridad laboral el otro presenta flexibilidad laboral, pero lo que muchos no saben es que el segundo siempre debe presentar valores superiores al primero para tener el mismo nivel adquisitivo.
El valor oscila entre un 30% y un 50% más que el trabajador por medio de prestación de servicios necesita devengar para mantener su nivel y calidad de vida.
Gastos extra
Aunque no se note a primera vista, alguien que tiene un contrato por prestación de servicios, siendo los más visibles el pago de parafiscales como lo son aquellos incluidos dentro de la plantilla del pila, mientras que otros como el pago de ARL
Entre otros gastos también se encuentra la retención en la fuente, que es 11% del valor total del contrato.
Una vida sin bonificaciones
Pero no solo de gastos extra se compone el contrato de prestación de servicios, también hay que hacer cuenta de las bonificaciones que se han dejado de percibir. Extras como primas, cesantías, intereses de cesantías, vacaciones y caja de compensación familiar van sumando dentro de los beneficios que no se tienen.
Así es como para tener la misma disponibilidad de dinero que un empleado por contrato laboral por COP 1 millón, se necesita devengar un salario de COP 1,5 millones por prestación de servicios.
Lo que realmente importa de un contrato es el dinero líquido que quede tras pagar por todo y como podemos disponer de ese efectivo, por lo cual es necesario conocer cuanto debemos pedir en nuestro contrato.
Esto da como resultado que a la larga, cuando muestran que un contrato de prestación de servicios es por cierta cantidad, debemos entender que en realidad lo que se quiere decir es que tendremos el poder adquisitivo de 2/3 de esa cantidad.