Hay actitudes que nos llevan hasta la cima, pero así mismo hay otras que nos pueden llevar al fondo, mas que todo cuando estamos en una entrevista laboral.
Mostrar una actitud como estas ante nuestro entrevistador y posible nuevo empleador no solo nos descalificará del puesto de trabajo, sino que nos excluirá de otros procesos laborales que lleve a cabo esa compañía, pues recordemos que no es solo conseguir el empleado adecuado, sino un engranaje más de un equipo de trabajo armonioso.
Así que nuestro mejor consejo es que evites estas actitudes:
El “Sabelotodo”
Demostrar nuestros conocimientos y habilidades es algo muy beneficioso, pues le enseña a quien nos entrevista que estamos capacitados. Pero demostrar conocimiento en todo, incluso superioridad en el campo del mismo entrevistador intentando hacerlo quedar mal no nos llevará a quedarnos con el cargo. No lo sabemos todo y debemos aceptarlo.
El “Corrector de estilo”
¿Te gustaría ser interrumpido a cada instante para ser corregido por cosas sin importancia? ¿No? Pues a tu entrevistador tampoco.
Así nuestro entrevistador diga algo mal, use mal algunas palabras o se exprese de una manera que a nosotros no nos agrada es mejor quedarnos callados y no hacerlo pasar la pena. Las personas que se caracterizan por ser correctores de estilo entre sus círculos de amigos no es que sean bienvenidas por completo y esto puede provocar que incluso se nos cierren las puertas de la nueva vacante.
El “Soy mucho para este empleo”
Puede que tengamos muchos estudios, gran experiencia y una increíble hoja de vida, pero en una entrevista ningún trabajo es de poca importancia y al menos el entrevistador merece nuestra atención. Así estemos sobrecalificados, al buscar empleo necesitamos demostrar algo de humildad si no queremos ser descalificados en los primeros minutos.
Muchas veces las personas que trabajan en recursos humanos se encuentran con personas que creen que un cargo es muy poco para ellos, cuando esto ocurre casi siempre estas personas son descartadas, debido a que su rendimiento será mucho menor y su mente siempre estará en buscar algo nuevo en lugar de hacer su trabajo bien.
El “Realmente no me interesa”
Bostezar, entretenerse con el celular o simplemente dejarle de poner atención a nuestro interlocutor no son las mejores maneras de sobresalir.
Si el trabajo no nos interesa es mejor no asistir a la entrevista laboral, pues esto solo deja una mala imagen de nosotros mismos y puede afectar nuestras posibilidades en futuros procesos de selección para otros cargos dentro de las mismas empresas o negocios.
El “mi apariencia me importa mucho más”
Sabemos que una apariencia adecuada es esencial en una entrevista de trabajo, pero arreglarte el escote mientras te preguntan algo no deja una buena percepción tuya como trabajador.
Esta actitud solo demuestra que te interesa más tu apariencia que tus responsabilidades y que verte maquillandote o arreglándote el pelo en horas laborales será una constante.