Algo de sabiduría popular nos indica que cuando eres la persona más inteligente del cuarto significa que estás en el cuarto equivocado, siendo esto aplicable en todos los campos sobretodo en el laboral.
No implica dejar el trabajo apenas logramos una posición de poder o un puesto en el que podemos sentirnos a gusto, ya que ese es uno de los objetivos principales del porque trabajamos, para conseguir un salario cómodo y un puesto significativo.
Pero a lo que nos referimos en este caso es cuando nos encontramos estancados en un puesto el cual no tiene posibilidades de ascenso, tanto salarial como personal. Cuando llegamos al punto en que hemos aprendido todo lo que necesitábamos de una posición y excedemos las expectativas de la misma lo mínimo que esperaríamos sería un reconocimiento de nuestras capacidades por medio de un avance.
En todo caso, aún así podríamos mantenernos en el mismo lugar si tuviéramos algo que nos atará o algún tipo de satisfacción secundaria, sea el reconocimiento, respeto, la fama, la alegría de ayudar o incluso solo sentirse parte de algo más grande pueden ser suficientes.
Es en este punto que la persona entra dentro de otro grupo social en la categoría de empleo y es el de subempleado, pues sus capacidades, estudios y en general su perfil esta por encima de lo que marca su actual posición.
Este es uno de los problemas que aqueja más a los profesionales colombianos, pues actualmente la cifra es de 28,5% en cuanto a quienes han manifestado un deseo de mejora que no ha sido cumplido y se encuentran sobrecalificados.
El estancamiento en una posición es una problemática muy normal que ven los trabajadores dentro de muchas compañías, a tal punto que se ha hecho un lugar entre el top 10 de razones para dejar un trabajo en todo listado que se encuentre en la red.
Incluso aunque pensemos que estamos cómodos, el estancarse explícitamente en un trabajo que no ofrece oportunidades de crecimiento es perjudicial incluso para nuestro puesto actual. Esto se debe en gran parte a que como no hay posibilidades de subir tampoco hay incentivos para esforzarse, lo cual termina tornando un trabajador con potencial en uno mediocre.