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Ofertas de empleo fraudulentas: mi historia y lo que aprendí

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Al buscar trabajo usando Internet como nuestra herramienta principal, es habitual encontrar ofertas de empleo fraudulentas. En redes sociales se ha popularizado la costumbre de alertar a usuarios incautos sobre este tipo de ofertas aunque la información que allí se brinde no sea del todo clara. De seguro existen muchas ofertas de empleo que no cumplen lo que prometen, sin embargo la de mi historia, llama la atención porque viene ocurriendo hace tiempo, me pasó a mi hace siete años y hoy sigo viendo gente que cae con ese tipo de anuncios, es por ello que quiero contar mi historia, muy similar a la que han contado muchas personas en grupos de redes sociales destinados a la publicación de ofertas de trabajo.

Acababa de cumplir 18 años, era estudiante y no tenía ningún tipo de experiencia laboral, buscaba un trabajo que me permitiera seguir con mis estudios y ganarme un dinero extra. Envié mi hoja de vida a diestra y siniestra y un día recibí un correo electrónico con una oferta que me prometía ingresos de más de 900.oooCOP mensuales por trabajar medio tiempo en «labores de papelería, archivo y atención de líneas telefónicas». Me citaban con mi hoja de vida y copia de mi cédula ampliada al 150%, no pedían experiencia e incluso recalcaban que los hombres no necesitaban libreta militar, en mi inocencia juvenil, nada de eso me pareció extraño. Alisté todo para asistir a mi entrevista en el centro de la ciudad al día siguiente.

Llegué a la dirección que indicaba el correo electrónico del día anterior faltando 15 minutos para la cita, me dí cuenta de que era el lugar antes de ver la dirección, pues había muchos jóvenes afuera, intentando lucir bien y con sus carpetas blancas en la mano. Luego de una espera de media hora, salieron dos muchachas una, de no más de 20 años y la otra rondando los 25. Nos hicieron ingresar por unas escaleras estrechas a una sala grande llena de sillas de plástico y una especie de tarima en la parte delantera, todos fuimos tomando una silla y organizándonos en filas mirando hacia la tarima. Un rato más tarde repartieron unos papelitos del tamaño de media hoja carta en los que nos hicieron poner nuestros datos personales y alguna pregunta que no recuerdo pues, según ellos, eso era un «filtro»; una vez recogieron los papeles, los encargados, que ahora eran más o menos 5 nos pidieron esperar y se retiraron de la sala. Al volver llamaron aproximadamente a cinco personas, entonces pensé que no había quedado seleccionada, pero la sorpresa fue que a ellos cinco los sacaron, dejando a las demás personas (aproximadamente 80) en la sala como si hubieran superado la prueba.

Al poco tiempo un hombre apareció en la tarima y comenzó a dar una charla motivacional sobre cómo la gente debe tomar riesgos para tener la vida que sueña y la que se merece, no la que le toca. Además recuerdo que nos hicieron parar para cantar la canción color esperanza y gritar frases de motivación más de una vez. Luego de un extenso lavado de cerebro te cuentan sobre las becas y otros beneficios de la compañía, hasta ahí todo parece color de rosa (para los incautos que, como yo, volvimos al día siguiente).

La dinámica al otro día fue similar, sin embargo, al final, nos hablaron de un producto que debíamos vender, no recuerdo ni que era, solo sé que dijeron que su precio era de 250.oooCOP pero, al ser tan benévolos, solo costaría 130.oooCOP y debíamos vender 4. Teníamos 3 días (o algo así) pero a quienes llevaran el dinero al día siguiente les darían una mayor oportunidad de acceder a sus becas. De aquí en adelante no puedo contarles, pues noté (por fin) que era una estafa y no volví.

Según quienes han continuado el proceso e incluso invertido sus ahorros para llevar el dinero al día siguiente quedándose con los productos como pisa papeles, lo que les ofrecen es otro tiempo de pruebas para luego darles el trabajo reclutando más gente con un código y un nombre falso (tan falso como el nombre de la empresa que cambia todo el tiempo y tiene diferentes sedes), para poner a esas personas a hacer la misma prueba y quedarse con el dinero de la mayoría, es decir, te unes a su empresa de estafadores.

Es muy triste que existan personas que juegan con la necesidad de otras para conseguir un empleo, sin embargo, hay cosas que también nos pasan por incautos e inocentes, es por ello que llegamos a la parte más importante de este relato: ¿Qué aprendí?

  • Los salarios del mercado para áreas específicas son todos similares, si me ofrecen más plata por trabajar menos, probablemente sea un fraude.
  • Una empresa que no te exige los documentos reglamentarios para hacer un contrato serio, puede sonar favorable, pero puede tratarse de un fraude.
  • Las empresas que te exigen hacer ventas para ingresar, incluso cuando se supone que este no será tu trabajo, pueden ser un fraude.
  • Una oferta laboral en la que no se ve el nombre de la empresa, el cargo no está definido de forma concreta y te pide ir a entrevista sin brindarte mayor información, puede ser un fraude.
  • Los nombres de empresa demasiado generales o que no apuntan a un sector financiero específico (Por ejemplo: «grupo empresarial unificado») pueden ser fraudulentas.
  • Si te piden enviar tu hoja de vida o recibes la información de correos electrónicos públicos (hotmail, gmail, outlook,etc) debes tener cuidado. Una empresa seria usa correos con el nombre de la compañía en su extensión (por ejemplo: [email protected]).
  • Si me hacen cantar una canción motivacional en la entrevista, junto con 80 personas más, probablemente salga corriendo.

Comparto esta información con ustedes para que no les pase lo mismo que a mi, que, aunque no perdí dinero, si desperdicie mi tiempo y hasta pasajes, que cuando uno no tiene trabajo significan mucho.

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