Muchos pensamos en el trabajo ideal sin siquiera sentarnos a pensar muchas veces, qué características realmente harían de un empleo el ideal para nosotros. Decidimos preguntarles a algunas personas sobre su trabajo ideal y esto respondieron:

«Uno en el que los viernes trabaje solo medio día»

«Poder trabajar desde la casa en pijama»

«Un trabajo en el que no tenga jefe ni nadie controlándome»

«Trabajar menos y ganar más»

«Sin clientes pidiendo cambios de lo que ya he hecho»

«Trabajar en una empresa que tenga horarios de 6 horas diarias… con una de almuerzo»

«Estar en un lugar donde lo que hago sea valorado y bien remunerado»

«Donde los clientes entiendan que tu eres el experto y se dejen guiar»

«Ser el jefe y no hacer nada, solo molestar a los demás»

«Mi trabajo ideal sería ser probador de colchones…»

¿De verdad es este el concepto de trabajo ideal que tenemos?

En general, nos damos cuenta de que pensamos muchas veces en un trabajo en el que no debamos hacer mucho o, simplemente, maneje reglamentos utópicos y poco rentables para las compañías, antes de pensar en tu trabajo ideal, piensa en qué normativas regirían la empresa si tú fueras el jefe… No es tan sencillo regalar medio día de trabajo cada viernes, ¿verdad?.

Con este ejercicio se nos dio la oportunidad de hacer un llamado al esfuerzo, no dejes que tu labor diaria se convierta en una batalla constante por hacer «lo menos posible», intenta sobresalir y dar lo mejor de ti, de este modo, las referencias que puedan dar tus superiores siempre serán excelentes y podrás llegar a ese cargo que tanto has anhelado o incluso a esa empresa en la que siempre quisiste estar.