La prueba de selección en grupos es una de las etapas más importantes a la hora de elegir al futuro candidato, pues en esta se reconocerán las competencias que se necesitan para la vacante que está buscando la organización.
Para muchas personas este filtro requiere dar todo de si mismos aunque sea difícil ya que muchos no saben cómo afrontar esta dinámica de evaluación y toma de rol profesional, además de la presion que sienten por querer sobresalir de los demás.
Este proceso es muy utilizado por las compañías y se realizan con varias personas al mismo tiempo y con el mismo perfil, donde generalmente los ponen a resolver problemas, realizar pruebas de ortografía y hasta un examen de idiomas.
Asimismo, los aspirantes exponen sus habilidades, pensamientos y opiniones en un panorama de igualdad y oportunidad. Aquí, se mide las competencias tanto profesionales como personales y es el tiempo perfecto para analizar también cómo podría cada uno ajustar a la cultura organizacional y los objetivos corporativos.
Estas pruebas se realizan en su mayoría para las personas que no cuentan con mucha experiencia, pues es el momento idóneo para analizar al candidato en un contexto laboral ya que la persona no ha tenido ningún caso de problema o éxito laboral.
Lo importante en estas pruebas es ser puntual con lo que se quiere y ser consciente de las fortalezas y debilidades con que se cuentan. No se trata de asumir un rol al que no pertenece, se trata de ser usted mismo y colaborar con las pruebas que exige la entidad.
Se recomienda entonces, estar seguro y mirar siempre a los ojos, tomar la batuta y dirigir la metodología de trabajo, sintetizar las ideas de los otros candidatos y sacar conclusiones y ser persuasivo, es decir, tratar de convencer a sus compañeros de sus buenas ideas.
Maria José Correa