Aprende a reconocer un ambiente laboral tóxico

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El ambiente laboral es una de las causas de renuncia más comunes, esto se debe a que el lugar de trabajo es el sitio donde pasas la mayor parte de tu tiempo y, al estar reunido con otras personas, debes adaptarte a diferentes personalidades e incluso costumbres.

En muchos lugares de trabajo, el ambiente laboral es tan pesado que se podría denominar tóxico, y estas son sus características:

El trabajo en equipo no existe

Cada empleado intenta alcanzar objetivos que le beneficien a si mismo y no a la empresa.

Se buscan culpables en lugar de soluciones ante los problemas

Siempre que se presenta una situación negativa, se piensa en el responsable en lugar de explorar grupalmente opciones para solucionarla.

Unos roban el crédito por el trabajo de otros

Por el contrario, si algo bueno pasa, todos querrán adjudicarse el crédito por ello.

Las reglas no tienen la importancia que debieran

Incluso puede pensarse que no existen, pues nadie respeta las normas de la empresa, cada persona trabaja bajo sus propios preceptos.

Existen rumores y chismes constantes

Se pueden formar «grupos» que rivalizan entre si o con otras personas de la empresa, creando discordias y malos entendidos.

No hay un plan de desarrollo

No se tiene un enfoque de crecimiento para la compañía, por lo tanto, los empleados también están destinados a permanecer estancados en su puesto.

Los ascensos y beneficios no son acordes al esfuerzo o capacidades de cada uno

Se pueden dar preferencias al momento de otorgar beneficios y estas no están basadas en el desempeño laboral de los trabajadores.

Las funciones y objetivos de cada cargo no están delimitadas

A menudo se dan situaciones en las cuales quien tiene más poder o un cargo superior recarga su trabajo en subalternos, sin ninguna gratificación.

Si te sentiste identificado con más de 3 de estas situaciones, te invitamos a emprender la búsqueda de un lugar mejor en el cual trabajar y crecer, registra tu hoja de vida con nosotros y te ayudaremos a encontrarlo.

Ana Maria Rozo: