Si tu trabajo no te rinde o termina la jornada laboral y no has acabado lo que se suponía que tenías que hacer hoy puede que sea por esto.

Gadgets

Dispositivos electrónicos como consolas portátiles, Ipads, teléfonos celulares entre otros no solo atraen con sus sonidos sino también con sus pantallas luminosas. A menos que nuestro teléfono sea parte integral de nuestro trabajo lo mejor es ponerlo en silencio antes de comenzar.

Aplicaciones con alertas y demás nos sacan de la zona de productividad por lo cual es mejor apagar los dispositivos.

Redes sociales

Un minuto en Facebook o Twitter puede ocurrir mientras pasan horas en la vida real, recordemos que para mantener la concentración y un buen ritmo de trabajo lo mejor es eliminar las distracciones.

Cada vez que recibimos una notificación estamos rompiendo con el tren de pensamiento que llevábamos, obligándonos a detenernos e iniciar de nuevo.

Si lo que queremos es usar redes sociales, lo mejor es hacer una pausa de media hora y dedicarnos a ello por completo. Tras esta pausa nos desconectamos de ellas y volvemos a nuestras labores, de esta manera seremos mucho más productivos.

Correos de índole no laboral

Cadenas de correos, e-mails con memes, promociones y demás solo nos arrebatan momentos de nuestra labor. Si es necesario verlos lo mejor es apartar un espacio a primera hora o a último minuto para abrirlos todos.

Llamadas personales

Las llamadas personales en tiempo laboral impiden un gran desempeño, hay que separar los dos escenarios, las cosas del hogar en casa y las de trabajo en la oficina. Al mezclar ambos ambitos solo estamos haciendo que nuestro desempeño en los dos sea subpar.

Si la llamada es muy importante podemos darle a nuestros contactos el teléfono de la empresa y decirles que en caso de emergencia encontrarlo allí. Esto aumentará nuestra productividad