El optimismo es una cualidad fundamental para quienes se encuentran en el proceso de búsqueda de empleo. Debido a la naturaleza de la situación de desempleo, una mirada positiva a lo que ocurre al rededor es una buena ayuda para lograr guardar la calma ante las múltiples negativas o peticiones sin respuesta que se pueden dar antes de un «contratado».

A pesar de que las ventajas del optimismo son evidentes, existen estudios que demuestran que las personas demasiado positivas pueden tener problemas para encontrar trabajo. Te preguntarás ¿Cómo puede ocurrir esto? La respuesta es, que según las investigaciones mencionadas, el tomar las cosas con demasiada calma y confiar en que el trabajo llegará, puede hacer que el candidato reduzca sus esfuerzos por encontrar empleo.

La profesora de psicología de la Universidad de Nueva York Gabriele Oettingen, es autora del libro «Repensar el pensamiento positivo: dentro de la nueva ciencia de la motivación» en el cual se plantea que el pensamiento positivo tiene sus límites e incluso acarrea sus propios obstáculos; esto debido a que la energía, medida por la presión arterial, baja cuando las personas generan fantasías felices sobre su futuro.

«El problema es que (las personas que piensan positivamente) no suben su energía para cumplir sus deseos»

Así entonces, una persona que se encuentra buscando trabajo y es demasiado positiva al pensar en los posibles resultados sin tener aún nada asegurado, puede verse afectada por su propia mentalidad, reduciendo sus propias posibilidades de encontrar un trabajo más rápido.

Entonces ¿Es malo ser optimista en la búsqueda de empleo?

Sin duda, ser optimista no es algo negativo, sin embargo, como dice el dicho «todo en exceso es malo» es por ello que nuestra recomendación sería no confiarte en aquello que crees que pasará, sino por el contrario: hacer que eso que sueñas suceda como resultado de la ejecución de acciones.